Barcelona es a la vez una ciudad de arte e historia, conocida por su arquitectura gótica y modernista, y una ciudad de fiesta. Ciudad dinámica donde siempre hace sol, lo que le da un aire de perpetua fiesta, sus playas y bulevares ofrecen un magnífico espacio de libertad para corredores, paseantes y ciclistas.
«Mil perfumes y mil colores, Barcelona tiene mil caras», decía el artista Joan Manuel Serrat. La ciudad que Frédéric Beigbeder describió como «el sueño de un loco» es un auténtico parque temático para cualquier corredor que desee combinar deporte y cultura. Pasee por el Parc Guëll, con sus sorprendentes tejados cubiertos de esmalte que recuerdan a la legendaria casa de jengibre de los cuentos de hadas.
A continuación, tome la Rambla, la emblemática avenida de Barcelona que une la plaza de Cataluña, centro neurálgico de la ciudad, con el Port Vell, donde se alza la columna de Cristóbal Colón. Antes de tapear por el centro, puede disfrutar de la Barceloneta, la larga playa de arena que bordea la ciudad. O subir -¡y se hace cuesta arriba! - hasta la espectacular fuente de la colina de Montjuïc.
Gaudí, el (casi) patrón de Barcelona
Antoni Gaudí i Cornet, arquitecto catalán de nacionalidad española, es el máximo exponente del Modernismo catalán. Su obra ha dejado una huella indeleble en la arquitectura de Barcelona, convirtiéndole en la figura de este movimiento artístico. En muchos sentidos, es el patrón de la ciudad.
Tanto más cuanto que Gaudí, profundamente religioso y de vida ascética, está en proceso de beatificación. Durante su visita, descubrirá algunas de sus obras. Siete de ellas, todas en Barcelona, han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Entre ellas, el Parque Güell y el Palacio Güell, así como la cripta de la Colonia Güell. Así como varias fachadas famosas: la Casa Milà, la Casa Vicens y la Casa Batlló. Por último, no se pierda su creación más famosa, aún inacabada: la Sagrada Familia.
Correr de la Rambla al Barrio Gótico
El poeta y dramaturgo Federico García Lorca llamó a La Rambla «la calle más alegre del mundo, la calle donde conviven las cuatro estaciones del año, la única calle de la tierra que desearía que no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante en brisas, hermosa en encuentros, antigua en sangre».
Esta simbólica avenida de Barcelona se caracteriza por sus numerosos quioscos que venden periódicos, flores y animales. También es el lugar preferido de las estatuas vivientes, y en medio de la avenida se encuentra el mercado cubierto de la Boquería. Se completa con una pasarela, conocida como la Rambla de Mar, que da acceso al centro comercial Maremagnum.
En el corazón del casco antiguo, el Barri Gòtic es el barrio más antiguo de Barcelona, un laberinto de callejuelas de arquitectura gótica. Alberga vestigios de la Barcelona romana. Podrá pasear al pie de las antiguas murallas y las columnas del Templo de Augusto, así como admirar numerosos edificios de la época medieval. A su paso, se topará con la Catedral de Santa Eulalia, la Casa de la Ciutat y el Palacio de la Generalitat de Cataluña.
Al pasear por este laberinto de callejuelas, es probable que se cruce con la Plaça Nova, donde se alzan dos torres cilíndricas que datan de la época romana. O la Plaça del Rei, donde se encuentra el Palau Reial Major, residencia conde y luego real.
También hay muchas huellas de la violencia de la Guerra Civil española en las calles y edificios del distrito. En la plaza de Sant Felip Neri, por ejemplo, la fachada de la iglesia del mismo nombre muestra las cicatrices de las ráfagas de ametralladora de un ataque aéreo nacionalista el 30 de enero de 1938.
De la playa a las colinas
Convertida en el centro del turismo masivo de verano, la Barceloneta linda con el Port Vell, el puerto histórico de la ciudad. Esta playa, que originalmente lindaba con los barrios de pescadores y marineros, estuvo ocupada por chabolas hasta los años sesenta. Tras los Juegos Olímpicos de 1992, la ciudad creó numerosas instalaciones deportivas, establecimientos culturales e infraestructuras orientadas al turismo balneario. Si decide correr por esta larga franja de arena, seguro que disfrutará de la animada escena, con su casino, sus bares y clubes privados y sus hoteles de lujo. Más adelante, en Port Vell, se encuentra la Rambla de Mar, con el centro comercial Maremagnum y el Aquarium de Barcelona.
Si prefiere correr por terrenos más escarpados, las colinas son su sitio. El punto más alto del macizo de Collserola, que domina la ciudad, el Tibidabo se ha convertido también en uno de los puntos turísticos de Barcelona. Aquí se encuentran el templo expiatorio del Sagrat Cor y el observatorio astronómico Fabra. El Castell de Montjuïc domina la ciudad desde lo alto de su colina, y bajo él se puede ver la sede olímpica de 1992. También está el recinto de la Exposición Universal de 1929, donde se alza la Font màgica, con sus espectáculos de agua, luz y sonido que atraen a muchos turistas por las noches.
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