Inmortalizada por Jacques Brel en su canción «Vesoul», la capital del Alto Saona alberga numerosos tesoros. Declarada «Ciudad Patrimonio», la ciudad posee un magnífico centro histórico medieval, construido con piedra caliza extraída en las cercanías. Vesoul también cuenta con un variado patrimonio natural de lagos, colinas y llanuras. Si a esto añadimos un microclima que ofrece una tasa de insolación sin igual en la región, comprenderá que Vesoul no haya usurpado su sobrenombre de «Niza del Este». Gracias a JOOKS, podrá aprovechar el apacible estilo de vida de Vesoul y descubrir sus numerosos tesoros a través de tres visitas audioguiadas.
Aunque se han descubierto vestigios prehistóricos en la ciudad, Vesoul no se desarrolló realmente hasta la Alta Edad Media, en torno al Castrum Vesulium, un castillo fortificado encaramado en la colina de la Motte. Al principio sede de un vizcondado y después capital de la bailía de Amont, Vesoul ha evolucionado a lo largo de los siglos. De pueblo fortificado a bulliciosa ciudad comercial, luego centro judicial central y estratégica ciudad de guarnición, Vesoul asumió con el tiempo importantes funciones administrativas y políticas.
Vesoul formó parte del Sacro Imperio Romano Germánico y del Imperio Español, hasta que Francia la anexionó en 1678. En 1814, se convirtió brevemente en capital del Estado de Franco Condado, antes de volver al dominio francés. Tras la Segunda Guerra Mundial, la ciudad experimentó un crecimiento considerable y se convirtió en un importante centro industrial. En la actualidad, la ciudad es una mezcla perfecta de historia, naturaleza y cultura, y está a la espera de ser descubierta.
Una ciudad con historia
Gracias a su rica historia, Vesoul cuenta hoy con un rico patrimonio arquitectónico y cultural. Si bien el castillo fortificado medieval ha desaparecido lamentablemente, el centro de la ciudad está repleto de casas burguesas, edificios religiosos y otros edificios notables como el ayuntamiento, el mercado cubierto y el antiguo hospital Paul Morel.
Ciudad a escala humana, Vesoul se recorre mejor a pie, a través de sus callejuelas, plazas y puentes. El barrio Vieux-Vesoul alberga numerosos edificios protegidos como Monumentos Históricos, así como las primeras casas de la ciudad, construidas al pie de la Motte.
La ciudad cuenta con un amplio abanico de estilos arquitectónicos -renacentista, gótico, barroco- que se integran armoniosamente en su tejido urbano. Un paseo por sus callejuelas le permitirá admirar el trabajo de los artesanos que decoran las fachadas, todo un regalo para los amantes de la arquitectura.
Nuestro Recorrido Urbano le llevará a conocer este centro histórico bien conservado y sus lugares emblemáticos, desde la Plaza de la República hasta la Plaza del Palacio de Justicia, pasando por la colina de la Motte.
Una ciudad natural
El atractivo de Vesoul va más allá de su encanto histórico. Situada en medio de un variado paisaje natural, la ciudad seduce a los visitantes con sus exuberantes llanuras, verdes colinas y serenas extensiones de agua.
La Motte, una colina de piedra caliza que se eleva a más de 370 metros de altitud, ofrece una espléndida vista panorámica de la ciudad y sus alrededores. Antaño coronada por un castillo fortificado, en la actualidad está flanqueada por una capilla que alberga una estatua de la Virgen María de 3,50 metros de altura. Hoy en día, la Motte es un lugar de meditación y paseo, así como uno de los hitos más emblemáticos de la ciudad.
Conocida por sus notables formaciones calcáreas, la Reserva Natural del Sabot de Frotey también ofrece unas vistas muy hermosas de la región. Creado en 1981, ocupa casi un centenar de hectáreas y alberga una rica diversidad de flora y fauna. Hay más de 400 especies diferentes de plantas y 500 de mariposas. Nuestro sendero del Sabot le llevará desde el centro de Vesoul hasta la Reserva, donde podrá conocer mejor este lugar excepcional y la leyenda del Sabot.
Vesoul está surcada por cuatro ríos, entre ellos el Durgeon, que podrá descubrir en nuestro Sendero Deportivo. Este paseo de algo más de 7 kilómetros, con algunos ejercicios deportivos, le llevará desde el Jardin Anglais hasta el pueblecito de Coulevon, a orillas del río. En concreto, recorrerá el corredor verde, trazado en los años 80, que comienza al norte del Jardin Anglais y continúa hacia el barrio de Rêpes.
El lago de Vesoul-Vaivre se encuentra a pocos kilómetros del centro de la ciudad. Con una superficie de casi 90 hectáreas, es una delicia para los paseantes y los amantes de los deportes terrestres y acuáticos: ciclismo, tiro con arco, windsurf, piragüismo, remo y barca a pedales.
Gastronomía y arte de vivir
Vesoul forma parte de una región rica en tradiciones culinarias. Como ciudad de la región de Borgoña-Franco Condado, comparte muchos rasgos con la gastronomía de la región de Franco Condado, conocida por sus platos generosos y sus productos locales. La charcutería desempeña un papel importante, con especialidades como la salchicha Morteau y el jamón de cerdo. Los restaurantes locales ofrecen a menudo platos tradicionales como la fondue comtoise, servida con una gama de quesos de la región, como el comté, el époisses y el cancoillotte.
Para acompañar estos platos, Vesoul goza de la proximidad de los viñedos del Jura, famosos por su vin jaune y su vin de paille. La región también ofrece postres para deleitar a los golosos, como los gofres a la crema de Vesoul y las galettes franc-comtoises, ligeras y doradas. Además, todos los mercados y tiendas de la ciudad ofrecen la oportunidad de descubrir los productos locales, donde la artesanía se mezcla con la gastronomía, para un sabroso recuerdo de la región.
Corre, camina o pedalea con JOOKS, ¡desde la iglesia de Saint-Georges hasta la reserva natural de Sabot!
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